Hace pocos meses retorné al Perú luego de 11 años de ausencia.
Una de las primeras cosas en las que pensé cuando decidimos (mi familia y yo) volver, era que tras 20 años en el Servicio Público tanto en el Perú como fuera, ahora tenía la posibilidad de opiniar y discutir públicamente y sin legítimas restricciones institucionales, temas que me parecen claves. En ese contexto, nace la idea de abrir este blog.
Mi intención combina: (i) escribir cuando tenga algo que me parezca relevante compartir, no tengo el propósito de llenar este blog de entradas sólo por el prurito de escribir cada semana algo nuevo; (ii) tratar de tener entradas cortas, directas, orientadas a compartir una idea o preocupación, no a abundar en elaboración más académica para la que existen otros espacios; (iii) concentrarme en los temas sobre los que creo puedo decir algo significativo aunque estoy seguro que algunas entradas escaparán de este ámbito; y (iv) fomentar un espíritu de diálogo y de crítica.
Este último punto me parece de capital importancia. La reflexión crítica es un pre-requisito para aprender y mejorar. Sin embargo, la crítica es demasiadas veces percibida (y ciertamente también formulada) como descalificación lo que, en último término, imposibilita el diálogo. En la búsqueda por representar un apego necesariamente crítico a la verdad (de otra forma no es verdad, sino dogma) y al respeto por la dignidad de todos, recordé a Ghandi, y por ello tomo como encabezado de este sitio su principal aporte al mundo de la filosofía política: Satyagraha.
Espero que quienes me conocen encuentren en este espacio ideas que probablemente hayamos visitado pero que les puedan suscitar algo nuevo. Y para los que no me conocen, sólo decirles que lo que importa es lo que está escrito, no mi personalidad ni mi biografía.
Finalmente, si algo de lo que aparezca publicado acá representa un estímulo para que una sola persona haga algo mejor, me daré por más que satisfecho.
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